domingo, noviembre 06, 2005

Fotograma de domingo

El domingo me consume las entrañas, hora por hora se enquista en un nuevo músculo y me paraliza en tres o cuatro movimientos, imprecisos, torpes, las orejas con zumbido en caja de ecos, sin bocinas, sol quemando mi azotea y las horas que siguen paralizadas. 18:24. El reloj se vuelve 18:24. El mundo es 18:24. Y aparte de ese minuto fatídico no hay ni pangea, ni tierra con bordes rectangulares, ni esfera sostenida por tortugas gigantes. La banda sonora se altera con los maullidos lejanos de una cría, quizá sola, llamando para no ser consumida por criaturas infernales con dientes afilados. Escucho el grito de alerta, rutinario, enfermizo, y lo dejo hacer. Y la criatura que no se detiene, reclama alimento, reclama atención, reclama el calor que no está. Mamífero, como yo, pero sin su sustancia favorita. Armo un biombo de defensa, una capa de ignorancia para no sentir el sufrimiento. Entonces Tom lo desangra desde el parlante y el domingo me abofetea la cara nuevamente, recordándome que está allí presente para hacerme insoportable la existencia, para recordarme que soy un simple pedazo de nada perdido en un día cualquiera, como tantos en el mundo, como otro ser más que no logrará salir de su pozo lleno de sanguijuelas inmundas y barro por todas partes, el lodo salpicando los dedos, sucios de desperdicios.

Percutiendo. Percutiendo una y otra vez en mi cámara negra. Llenándome de imágenes ajenas, robadas sólo por un rato, sin propósito aparente. Las dejo venir, él rasgando la guitarra, aullando, con sus compañeros musicales interpretando mis vacilaciones. También hay sangre, también hay restos de tripas para sentir que algo en el mundo sigue latiendo y no todo se limita a un cúmulo de escarcha multicolor, enceguecida por cámaras viajeras en el aire y destellos luminosos.

Todavía es de día, pero las teclas se golpean por sí solas y los dedos bajan y suben y ya no sé lo que quieren decir. Entonces los dejo en su propio delirio, contándome historias de cooperativas de a cinco, de uñas manchadas de blanco a pesar de ser un dignísimo discípulo mamífero. Miro la copa, pequeña copa con dibujo. Es una estrella, de cinco puntas, espeluznante sencillez en el diseño; un arcón de significados colgados a su espalda. Símbolo de tira bombas, o dibujo en el piso para películas intrascendentes, con mensajes del más allá en el final. La copa llora de vacío, reclama líquido que le alimente las vísceras y luego será vaciada y así, en constante ir y venir del escritorio-monitor a mi boca, sin aduanas.

Androide de la boca de York. Muchos androides, caminando lento hacia un suicidio aparente. Mi cabeza pendulea, las neuronas agitándose a un lado y a otro, para exprimirse contra los bordes de la conciencia, ideas que se resisten a salir, residuos sin sintaxis aparente. El mantra musical perdura. Por la ventana, Padre y Madre cultivan flores relucientes, por un verano, hasta que se marchiten y las macetas reluzcan de hermosa soledad.

Las seis cuerdas contrapunto con las teclas, que elaboran una base rítmica perfecta para el sonido certero. Regalan Let down, y la siento venir como un tren descarriado directo a mi fluido, para darme otra razón y seguir sentado frente al monitor que se vuelve igual de blanco que siempre, sin hojas de la calle que ahora ya están más verdes y no quieren ser restos sin árboles como hace unos meses, cuando la calle era mía y de Marvin y de nadie más, y podíamos sentir que el infierno era nuestro y que el cielo era una cueva llena de niñitos de cuello blanco, con un baño de uniformidad.
Madre y Padre siguen barriendo, juntan la tierra que va al cantero y que luego el viento devolverá a donde se encuentra. Marvin duerme su vida de perro, el cerebro trabajándole ideas prontas a descubrir el significado de la existencia. No suena mi teléfono, embalsamado con llamadas que se fueron lejos, donde nadie les cuestione las acciones. Siento el domingo, atravesado en la garganta, semilla de girasol con púas a los lados, inasible, globo de gas que se desinfla con la luz. Espero la hora, un par más, para que todo se vuelva a poblar y la noche sea mi jardín. Y así se sumarán las horas-días, atados entre sí, y vuelven los domingos, con traje de alquitrán rancio, semillas de limón y olor a nada, con su disfraz de 18:24. O de 18:36.

Quién sabe.

Comments on "Fotograma de domingo"

 

Blogger Usagi said ... (9:10 p. m.) : 

ay de pro si los domingos son feos... mas cuando uno extraña a esa persona que se fue y sabes que no va a volver... pero al leer esto me siento acompañada sabiendo que alguien mas padece del dolor de los domingos...

 

Blogger Larha said ... (10:08 p. m.) : 

Mi domingo de igual parecer, con sus circunstancias propias, pero en el parecer es igual.

Pero no sabes cuánto me gusto como escribes el tuyo.

Un beso.

 

Blogger ele said ... (11:01 p. m.) : 

Nunca sentí tan mio algo que vos hayas escrito. Y justo hoy que pensaba lo mismo, descansaba de la locura del sabado y odiaba este domingo, miraba insistente el reloj para ver como el tiempo se detenía sin mas.
Por ahi es hora de arrancar los arboles.

 

Blogger UMA said ... (1:54 a. m.) : 

Ese olor a domingo me es muy y hartamente conocido...
He optado por cambiarle la cara y rebautizarlos, aunque haga lo mismo todos los domingos, algo cambia...
Siempre me preguntè por què a todos nos afectan tanto...pasarlo bien, a veces exige un esfuerzo.
Yo reniego, me niego a que un domingo me siga siendo tan "poco vivible"...

Tome el telèfono usted, cortele el pelo a Marvin, cambie el recorrido, o vuelva por la oscura callejuela donde lo aguardo...
Apuesto que reiremos juntos.
Mis respetos, sir, porque a pesar de hablar de un domingo, lo ha hecho deliciosamente...no es para menos...le regalo una sonrisa tardìa de domingo.
Besazos al calderìn, hoy, muy afectuosos

 

Blogger flor said ... (3:17 a. m.) : 

un domingo es eternamente moribundo... y cuando no llueve mucho peor.
con su adiós... se fueron las pocas luces que tenía.
con su indeferencia, me dejó plantada esperando nuestra ida al cine que jamás se concretó porque un llamado me iba a hacer antes.
para mí ya no existen días... yo ya no pierdo timepo, sólo horas que van y vuelven.
un beso enorme jean georges, perdón por tanto silencio en estos tiempos... siempre leerte es muy bueno!

 

Blogger Noctiluca said ... (7:03 p. m.) : 

Fotograma de sábado también. Más si es con instrumentos perfilados. Con luces bidimensionales. Estrella de 5 símil a la de los 4 blanco y negro.
Domingo en el bar, voz y lentes que suenan en un visor. Fantasías de un atardecer.
Sueña igual a mis sueños. Ahora allá voy, a exprimir mis ojos bajo párpados, bajo el acolchado lleno de migas.
Flúos 4u*
(anterior): "Feliz cumpleaños Srta."

 

Blogger Dharma said ... (10:38 p. m.) : 

Rescatemos, rescatemos... "El mantra musical perdura". ¿Qué importa de qué día de la semana hablemos?

 

Blogger Silencio said ... (2:50 p. m.) : 

El domingo tiene un tono naranja, naranja como la llama de la vela de la muerte, el último día no se hizo para contemplar el mundo creado en 6 días, sino para ver morir lo que ha sucedido en esos 6 días, Dios en su disfraz de muerte, acecha, vigila, devora.....

 

Blogger Galatea said ... (11:41 p. m.) : 

Domingos y apuros, el tiempo que se escapa, las goteras del baño que se escuchan por toda la casa. Afuera los gatos se estiran en un tiempo infinito, las flores siguen creciendo sin saber del domingo, la noche se nos viene como un lunes, atropellador el muy diablo.

Muy decidor su texto, señor, Jean Georges. Agradezco su invitación, gustosa me pasearé por su blog sobre aquella moto ronroneante.

Agradezco también sus visitas

saludos.

 

Blogger Sir Hache said ... (11:47 p. m.) : 

La radiografía perfecta de un domingo cualquiera…lleno de nostalgia, donde se respira la inmortalidad y las horas no pasan. Triste vida humana…

Saludos y espero puedas visitar mi blog…pronto entrara en funciones de nuevo..je!

 

Blogger Ligustrino Campana said ... (1:23 a. m.) : 

A veces me pasa lo mismo, pero siempre me olvido. Cada vez que me atacan los domingos, me digo que para la próxima vez voy a internarme en una novela, en un libro, en un algo que me consuma las horas. Pero siempre me olvido y quedo parado dando vueltas, la nariz apuntando para atrás.
Otras veces me pasa que los domingos me atacan entre semana; los miércoles, los jueves, o de lunes a viernes. Y me digo lo mismo. Y hoy me acordé. Qué suerte. Así que me encuentro desayunando en Tiffany's, junto a Holly Golightly. Salú.

 

Blogger Diego said ... (8:25 a. m.) : 

existen los domingos, es algo ineludible, es como no querer asumir el hecho que vamos a morir.... suelen regalarnos el recuerdo de cosas que la rutina nos ayudan a olvidar, pero no creo q tampoco sea tan malo, a veces escudriñar en las heridas entrañas regala alguna claridad que en solo en los frios domingos de lluvia se puede ver.

 

Blogger Fer said ... (1:42 p. m.) : 

Antes yo solía ponerme triste los domingos... Ahora soy yo quien los pone tristes a ellos...

 

Blogger Jean Georges said ... (3:13 p. m.) : 

Usagi: por eso lo mejor es engañar al calendario, tachar días y mover fechas, enrollar las agujas del reloj y bajar la luna a cascotazos. Así, el domingo será un eterno lunes, lo que es peor que lo anterior.

Sinmás: creo que todos los domingos se parecen, en Barkir, en Cape Town o en Minas Tirith. Y en todos hay una programación horrible en la TV.

Malcontenta: agarre las hojas afiladas y salga, exposición a la luz, enfurecida para dejar las calles depiladas. Y no le tema al rayo lunar ni al sol, que petrifica estatuas y museos de cera. Avance, y sienta el viento en la espalda.

Uma: los sigo coleccionando, colgados en mi placar, en perchas ordenadas por sabores. Ya le dije, prefiero los de fresas y chocolates, amargos. No vuelvo al callejón, siempre estoy por ahí, ya sin campera amarilla por el calor.

Crazy Diamond: le agradezco, le agradezco. Siga viniendo, encárguese de poner los discos cuando Atilio no toca el acordeón, excelentes gustos musicales los suyos.

Flor: por qué desapareció tanto tiempo? Lo mío fue un tema de horas, en días que no podían tener 32 horas de duración.

Noctiluca: y los lentes le regalaron dulces sonidos, lo sé, gritaron y aullaron por la mujer en el bar, con las luces de colores y los buzos negros, las guitarras sonido pop, y el sol que se iba cayendo en 24 frames por segundo.

Dharma: es que hay días que no merecen el título, y son simples interludios para el infierno o el cielo eterno, depende.

Silencio: sentarse, licor en mano, y observar como todo se deshace alrededor mientras el señor de barba ríe a lo lejos, contento de estar a salvo del pantano de acá abajo.

Galatea: muy bien, Barton ya la espera gustoso, para que llegue en hora a la próxima partida de dominó.

Sir Hache: bienvenido a Ganímedes. Siéntase cómodo, si encuentra lugar en el sillón verde. Ya alguien pasará a servirle una copa.

Ligustrino: sirva otra taza, café con leche para mi, ya salgo para allí.

Diego: domingos de lluvia o domingos de arena amarilla, pero el sonido tedioso del reloj avanzando, anunciando lunes, martillos pequeños en la sien que obligan a encerrarse en la almohada.

Gibreel: entonces dése una vuelta por estos lados, Marvin lo espera para discutir de silogismos olvidados.

Viuda: cerveza, licores, whisky, todo en la despensa, descansando para ser abierto, corchos volando al aire en noches de descontrol. Entonces suena el timbre, y Marvin me despierta recitando versos de Ti Jean.

 

Blogger Noctiluca said ... (2:37 a. m.) : 

quizá muy ignorante mi pregunta: cuál es Let down? de quién es?
glupº

 

Blogger Jean Georges said ... (3:49 p. m.) : 

Viuda: habla y colecciona palabras, que luego anota en grandes libros de tapa dura. Y es fanático de Beethoven, por cierto.

Noctiluca: no es ignorancia, pero si quiere, haga un paseo por el surco 5 del tercer disco de mi amigo York. Después me cuenta.

Carlitos X: son, parecidos al sábado, al miércoles y al lunes en que hay niebla temprano y luego calor, calor.

 

Blogger David Saä V. Estornell said ... (11:03 p. m.) : 

WOW, prosa hipnótica sin duda

 

Blogger Lety Ricardez said ... (11:48 p. m.) : 

toc, toc, hablo despacito, ¿paso si avisar? me recibe Jean Georges, creo que si porque ni siquiera debe haberme extrañado ¿o si? diga que si por favor.

 

Blogger Jean Georges said ... (12:17 a. m.) : 

Saä Viccenzo: y el péndulo que va para un lado y para el otro, arriba y abajo una vez más. Gracias por la presencia.

Lety: claro, como no, usted es parte de esta casa. Su lugar en el sillón verde sigue reservado, para cuando viene a tomar un licorcito, el acordeón de Atilio sonando lastimero, la gente exponiendo las neuronas, Marvin y su palabrerío constante.

 

Blogger Hamletmaschine said ... (6:08 a. m.) : 

"Last of the sundays", como canta Diamanda Galás en su extraña versión de Gloomy Sunday... oiga, que gusto leerlo de nuevo después de tanto tiempo, me he pasado un tiempo exquisito poniéndome al día con las novedades que he encontrado. Es como cuando hace años tenía la paciencia de recorrer las librerías de segunda mano y en ese entonces todos los volúmenes parecían promesas de revelaciones interminables.

Pero ahora es momento de irme de nuevo, perdone si algunas de las letras se van conmigo como diamantina, y perdone si eso mismo hace que me vaya algo ebrio también... un enorme abrazo desde aquí.


Y saludos a Marvin

 

Blogger Tábano Socrático said ... (6:24 a. m.) : 

Buen tollo digital...

 

Blogger Laurita Romero said ... (7:12 p. m.) : 

noctiluca: usted no deberia estar en este blog, controlese, le da vida al enemigo!!!

 

Blogger El chico desenfocado said ... (1:07 a. m.) : 

Me sorprende todo lo que tienes que contar.
A mí se me vació el tarro de las esencias...

 

Blogger Jean Georges said ... (4:35 a. m.) : 

Máquina: agote las pupilas y llévese lo que desee, untado en vino tinto y rociado con vodka asesina. Y de paso, cargue con una pequeña disculpa, chica de bolsillo, por tanto tiempo alejado de sus tierras.

Irreverente: de acuerdo a la fotografía, le digo: de nalgas.

Laurita: qué se le hace por acá? Se le extravió alguna nota musical? Aquí sólo hay bebidas y el acordeón de Atilio, si le gustan las tonadas puede sentarse en el sillón verde.

Chico desenfocado: y revuelva, destape otros, latas viejas, pequeñas bolsas guardadas entre los desperdicios. Esas son las mejores.

 

Blogger Noctiluca said ... (2:23 a. m.) : 

Monsieur, debo prevenirle que hay alrededor de 10 personas intentando ubicarse en EL sillón verde, que es aterciopelado y con patas de léon. Sabiendo que es de 2 cuerpos, le sugiero ir al remate de Bakir y comprar el resto del juego, los reclinables, hay azul noche o bordó tannat...
Dígale a LauRock que no doy lo que ya sobra, convido con lo que falta.
Orión*

 

Blogger Jean Georges said ... (2:33 a. m.) : 

Noctiluca: es que ando corto de mandels de a 100, y no tengo ya ningún frein.
La otra tarea se la cedo gentilmente, la niña aulladora se entiende mejor con usted.
Gracias por la generosidad.

 

Blogger Noctiluca said ... (3:23 a. m.) : 

Hay moneda ahora? mhhh, realmente está haciendo falta el relato prometido con todos los personajes. Hace poco aparecieron nuevos, se dió cuenta?
Naaaaa, que siga!
Bonne nuit*

 

Blogger Noctiluca said ... (1:45 a. m.) : 

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

 

Blogger Unknown said ... (2:01 a. m.) : 

Tu sabes, sabes donde estás...
Sabes con quién estás...
El suelo colapsa, flota, rebota
y un día, un día conseguiré alas...
una reacción química, histérica e inútil, histérica y...

Descepcionada... y rondando
Aplastado como un bicho en el suelo
Descepcionado simplemente estando...


(seguramente también era Domingo)

 

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No te tomes la vida en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella.