Niño clorofila
El niño verde se acercaba a los autos y a cada uno le repetía su canto monocorde. La mirada atenta y el cuerpo tenso, como si en cualquier momento fuese a estallar el mundo. Y él tuviese que estar preparado para correr. Los ojos son de aquel que ya sabe. Mil años de sabiduría que se encierran en un cuerpecito de diez. Y la sonrisa que ilumina. Enceguece el alma y no queda más que redimirse ante la prueba. Todavía se puede esperar algo. |
Comments on "Niño clorofila"
A veces más, a veces menos. Quién sabe si la puerta no se abrirá tras el último intento. Siempre el viento sopla de la derecha y el parietal cae estupefacto. Qué se le va a hacer.