Bienvenidos al Asilo de las Ideas Abandonadas. Junto a la puerta verá un perchero: cuelgue allí su cerebro. Ahora, una vez liberado de la carga inútil, dedíquese a pasear entre la escoria salida de la mente de alguien, muy similar a mí pero no del todo igual. Y griten. Fuerte. Los puedo oír.
A veces me río. Entonces pienso que floto por ahí. Buena excusa para alejarse de la fetidez que me rodea.
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fugado del cerebro de Jean Georges cuando eran las 6:22 a. m.
© 2006 Thur Broeders
Comments on "Acompañen a Juan Pablo"
habrá que hacerle el aguante, pobre veterano...
o arrimarle unas clavas pa que se haga unos mangos, no?
la verdad jean que me sorprendí al leer; felicitaciones.
ya ando en la vuelta, y no va a haber quien me aguante
Salud!
Posose el rocío sobre la copa de aquel árbol y dijo: achús.